Admiro a la Madre Teresa de Calcuta. Desde siempre leía cosas de ella y la veía en la televisión, sobre todo desde la concesión del Premio Nóbel.
Su personalidad me era familiar y cercana y ya tanteé la posibilidad de venir a hacer voluntariado hace unos 12 años más o menos.
Sin embargo la vida te lleva por otros caminos y hay proyectos que quedan temporalmente aparcados.
Y tambien, sin embargo, otros acontecimientos de la vida posteriores con los que no contabas, te devuelven a la primera línea proyectos que dejaste aparcados.
Quise por segunda vez venir a Calcuta en el mes de marzo 2018.
Hasta mi llegada en enero del año siguiente he preparado el viaje intensamente:
… primero leyendo sobre el voluntariado con las Misioneras de la Caridad, el registro, los requerimientos, las tareas… si lo podía hacer o no por cuestiones físicas, o cualquier otro factor…
Cuando confirmé que era posible venir, comencé a leer sobre ella, su vida, la Orden, los cuidados que dan a los enfermos, los pobres y moribundos. Leí mucho en internet y algun libro más sobre ella.
La exposición del mes de julio 2018 en la Curia de Granada también ayudó, la visité unas 3 veces… pasé horas…
Después leí alguna novela ambientada en la ciudad de Calcuta y algo más sobre la India, su cultura, su diversidad etc.
Me ha llevado meses preparar este viaje, no exagero.